Comer después de cepillarse los dientes
A muchas personas se les ha enseñado a cepillarse los dientes después de beber café para reducir o prevenir las manchas. Sin embargo, el café es extremadamente ácido, y “una de las mayores preocupaciones al cepillarse después de consumir algo ácido es la erosión del esmalte”, dice Kaplan. “A pesar de que el esmalte es una de las estructuras más duras del cuerpo, muy similar al contenido de calcio de los huesos, la acción física del cepillado puede debilitar la estructura del diente”, explica, “las cerdas frotan el ácido en el esmalte poroso de los dientes, lo que puede causar daños permanentes con el tiempo”, dice Kaplan. Si quieres cepillarte los dientes después de tomar café como método de prevención de manchas, espera unos 30 minutos después de haber terminado. Esto le da a tu boca tiempo para neutralizar y lavar los ácidos del café para que no frotes esos ácidos en tu esmalte con el cepillo de dientes. Otra forma de prevenir las manchas es beber todo el café del día de una sola vez en lugar de tomar varias tazas pequeñas a lo largo del día, dice Kaplan. “Los sorbos constantes favorecen la exposición constante a los ácidos y el aumento del riesgo de manchas, ya que los dientes no tienen la oportunidad de recuperarse a lo largo del día”. ¿Y el zumo de naranja?
¿Debe cepillarse la lengua?
¡Hola, Dustin! Depende de cómo sea tu desayuno. Si tu desayuno consiste en alimentos y bebidas que contienen mucho azúcar o carbohidratos, como los cereales azucarados y el zumo de manzana, cepillarte después de la comida puede ayudar a reducir las bacterias en tu boca y prevenir la caries.
Esto se debe a que el ácido ataca tus dientes después de comer, debilitando el esmalte dental. La saliva tarda entre 30 y 45 minutos en remineralizar y devolver el esmalte a su estado anterior. Cepillarse demasiado pronto puede dañar los dientes mientras el esmalte se debilita temporalmente. En lugar de cepillarte después del desayuno, considera la posibilidad de hacer buches con agua para ayudar a eliminar los ácidos.
Lo más importante es recordar que hay que cepillarse cada mañana durante dos minutos completos como parte de la rutina diaria. Esto elimina las bacterias, el ácido y la placa que se acumulan en la boca durante la noche. Además, ayuda a eliminar el aliento matutino.
Qué pasa si no te cepillas los dientes
Justo cuando crees que has dominado tu rutina diaria, algún experto de TikTok aparece de la nada con un consejo que, invariablemente, termina por desbaratar el hábito de toda la vida. La odontóloga británica Anna Peterson acaba de dar un consejo que cambiará tu primera hora de la mañana para siempre. Si, como la mayoría de la gente, esperas hasta que te has zampado tu tazón de granola matutino para cepillarte los dientes, malas noticias: lo estás haciendo al revés. Aunque pueda parecer contradictorio limpiarse las encías antes de “ensuciarlas” con la comida, lo que en realidad estás haciendo es proteger tus dientes del ácido de tu comida matutina. “¿Sabías que no deberías cepillarte los dientes después del desayuno? Siempre antes”, dice Peterson en el clip, que ha conseguido 1,5 millones de visitas en el momento de escribir este artículo. “Hay dos razones para ello. Cuando desayunas, tu boca se vuelve ácida.
“Así que lo que haces al cepillarte los dientes después del desayuno es cepillar el ácido en el diente, y esto desgasta el esmalte. Y, al cepillarte antes del desayuno, proteges tus dientes de cualquier cosa que vayas a comer”. Qué revelación. Aunque a menudo se nos dice cuánto tiempo debemos cepillarnos y con qué frecuencia, rara vez se nos dice cuándo. Pero teniendo en cuenta que el desayuno se asocia a alimentos muy ácidos -zumo de naranja, café, pan y bollería-, tiene sentido que cepillarse en ese momento pueda ser especialmente tóxico para los dientes.
Cepillado de dientes y salud bucodental: con qué frecuencia y cuándo debe realizarse el cepillado de dientes
En un mundo perfecto, todos saltaríamos de la cama listos para recibir el día con una gran sonrisa y un cepillo de dientes a mano para limpiarnos los dientes inmediatamente. Pero si ni siquiera puedes encontrar el cepillo de dientes antes de tomarte la primera taza de café, ¿realmente importa que te cepilles los dientes y utilices el hilo dental después del desayuno? Tal vez. Hablemos de biología.
La producción normal de saliva durante el día beneficia a nuestros dientes y bocas de forma sorprendente. La saliva elimina las partículas de comida para mantener los dientes más limpios. Contiene células que combaten las bacterias y las infecciones. Incluso aporta proteínas y minerales que ayudan a proteger nuestros dientes de la caries. Pero la producción de saliva disminuye drásticamente cuando dormimos, y la cantidad de bacterias en nuestra boca aumenta. Aunque uno de los efectos desagradables -y obvios- de la proliferación de bacterias es el aliento matutino, hay un efecto invisible que es más perjudicial. Las bacterias de la placa convierten el azúcar y los hidratos de carbono en ácidos que atacan nuestras encías y esmalte y pueden provocar tanto gingivitis como caries.
