Lavado de toallas con vinagre cargador frontal
Considere las toallas de baño y de mano a juego que parecen salidas directamente del balneario un nuevo símbolo de estatus, o al menos una señal de que por fin es un adulto. Pero aquí tienes un secreto: no tienes por qué gastar dinero en cambiar constantemente tus toallas, simplemente trátalas bien desde el principio y te durarán muchos años. A continuación te explicamos cómo lavar las toallas correctamente y, por si acaso, te ofrecemos algunas soluciones para los olores rancios y las toallas sucias.
Antes de hablar de la técnica correcta para lavar las toallas, veamos con qué frecuencia deberías lavarlas. La frecuencia de lavado de las toallas es una de esas cosas que dividen incluso a las familias más unidas: algunos creen que deben cambiarse después de cada uso, mientras que otros juran que pueden sobrevivir semanas sin remojarse. Sólo usas la toalla después de asearte, así que no puede ensuciarse demasiado, ¿no?
Para zanjar este debate de una vez por todas, hemos consultado a un experto en lavandería. Según la científica principal de Tide & Downy, Mary Johnson (y Consumer Reports), una toalla de baño común puede usarse tres o cuatro veces -en circunstancias normales- antes de tener que meterla en la lavadora. Las toallas de mano deben cambiarse cada dos días.
Lavado de toallas con vinagre de carga superior
Lavar toallas puede parecer sencillo, pero seguir el método adecuado es esencial si quieres que duren. Aunque puede limpiar una toalla simplemente metiéndola en la lavadora, estos útiles consejos le ayudarán a mantener sus toallas frescas incluso después de varios lavados. Con las técnicas de lavado y secado adecuadas, puedes evitar los olores a humedad y los colores desteñidos para conservar la textura suave y esponjosa de tus toallas. Para obtener los mejores consejos de lavado, sigue esta práctica guía que explica con qué frecuencia debes lavar las toallas, si puedes lavarlas con la ropa y qué ajustes utilizar para lavar toallas de distintos colores y tejidos.
Antes de aprender a lavar toallas, ten en cuenta que debes limpiarlas antes de usarlas por primera vez. La mayoría de las toallas nuevas están recubiertas de silicona u otros acabados que bloquean la absorción. Este recubrimiento les da ese aspecto y tacto extra esponjoso de la tienda. Lavar las toallas nuevas elimina estos acabados y permite una máxima absorbencia.
Para evitar que los colores se destiñan, lave las toallas de colores similares en agua caliente durante los primeros lavados. Utilice aproximadamente la mitad de la cantidad recomendada de detergente durante el lavado y añada de ½ a 1 taza de vinagre blanco al agua durante el ciclo de aclarado. El vinagre ayuda a fijar los colores y elimina el exceso de residuos de detergente.
Remoje las toallas en vinagre durante la noche
Hace poco, nuestra cofundadora Liz Eichholz se sentó con House Beautiful para dar sus consejos profesionales sobre todo lo relacionado con las toallas: cómo lavarlas, cuándo lavarlas y saber cuándo es el momento de cambiarlas por otras nuevas. Durante esa conversación, Liz mencionó su secreto para mantener las toallas de felpa con un olor fresco: un poco de vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Desde entonces, muchos de vosotros nos habéis preguntado por el paso a paso, así que hemos pensado en elaborar una guía. Disfrútala 🙂
El vinagre blanco es un ácido que mata el moho y otras bacterias. También elimina la acumulación de jabón y detergente en las toallas. El bicarbonato de sodio es un paso adicional para neutralizar cualquier olor residual del vinagre. El bicarbonato también funciona como suavizante natural.
Lavado de toallas con vinagre y bicarbonato en lavadora de carga frontal
Acabas de darte una ducha refrescante que te deja sintiéndote vigorizado. Coges la toalla y se te desinfla el ánimo. La toalla está un poco áspera y adquiere un olor fétido en cuanto aparece la humedad. ¿Te suena?
Cuando tus toallas huelen mal y no absorben bien -especialmente poco después de lavarlas- es señal de que el detergente y el suavizante se han acumulado en el tejido. Aunque suene contradictorio, usar demasiado detergente es malo para las toallas. Cuando se acumulan residuos de jabón, las toallas no se secan con la misma eficacia, lo que disminuye su suavidad y aumenta su capacidad de ser un caldo de cultivo para las bacterias (de ahí el olor a humedad).