¿Se pueden enjuagar las lentillas con agua?
Si eres usuario de lentes de contacto, es posible que ya hayas pensado en enjuagar tus lentes con agua para limpiarlas durante el día. Sin embargo, para mantenerlas correctamente, nada puede sustituir al líquido específicamente diseñado para tus lentillas. Puedes beber agua del grifo sin problemas, pero la situación es muy diferente cuando se trata de tus lentillas. A continuación te explicamos algunas razones por las que nunca debes poner tus lentillas en contacto directo con el agua, ya sea enjuagándolas o incluso usándolas en la ducha o en la piscina.
Las lentillas absorben el agua y todas las partículas que contiene cuando entran en contacto con ella. Así, tus ojos pueden contaminarse con partículas de jabón o champú en el agua, porque las lentillas las atrapan. Una ducha caliente también puede deshidratar tus lentillas y encogerlas, haciéndolas más incómodas. A continuación, las lentillas serán más difíciles de retirar porque se adherirán firmemente a la córnea. Una lentilla que se adhiere a la córnea puede arañar fácilmente el ojo, lo que a su vez puede hacerlo propenso a las bacterias que causan las infecciones oculares.
Cómo aclarar las lentes de contacto
Lavar las lentes de contacto con agua del grifo supone un mayor riesgo de sufrir una infección ocular muy grave que pone en peligro la vista. Está causada por un microorganismo llamado acanthamoeba que se encuentra en muchas fuentes de agua, como el agua del grifo, el agua dulce, el agua embotellada, los balnearios, las piscinas e incluso las duchas.1, 2 Este tipo de infecciones son dolorosas, difíciles de tratar y las complicaciones pueden conducir a la pérdida permanente de la visión.
Cuando uses lentes de contacto, es importante que sigas siempre las instrucciones de uso y cuidado recomendadas por tu optometrista. Si necesitas enjuagar tus lentes de contacto, utiliza una solución salina, una alternativa estéril hecha con el propósito expreso de enjuagar tus lentes de contacto de forma segura.
Una forma segura y sencilla de limpiar y desinfectar tus lentes es con un limpiador de peróxido, como AOSept Hydraglyde.3 En el transcurso de 6 horas, el catalizador del estuche convierte el peróxido de hidrógeno en agua y gas de oxígeno, lo que significa que no es necesario aclarar las lentes después. El limpiador de peróxido es el mejor limpiador diario que tenemos para prevenir las infecciones por acanthamoeba.2
¿Puedo lavar mis gafas con agua?
Estas bacterias, si se transfieren a través de una lente de contacto y luego al ojo, pueden multiplicarse rápidamente, lo que supone una grave amenaza para los ojos y la visión. A diferencia de otras partes del cuerpo, en las que existe una red de vasos sanguíneos capaces de transportar fácilmente las células inmunitarias, la córnea no tiene ninguna. Por tanto, las infecciones pueden arraigar y causar infecciones mucho más graves que en otras partes del cuerpo.
Una de las infecciones, denominada queratitis por acanthamoeba, está causada por un parásito natural que se encuentra en el agua y puede hacerse pasar por una infección por el virus del herpes labial. Si se trata de forma inadecuada con esteroides, la infección puede arraigar y ser muy difícil de eliminar. El resultado final puede ser el trasplante de córnea o incluso la extirpación del ojo. Por eso nunca debes limpiar tus lentillas con agua y sólo debes utilizar una solución desinfectante o limpiadora aprobada por la FDA.
Debe ponerse en contacto con un oftalmólogo inmediatamente si experimenta dolor ocular, enrojecimiento del ojo, visión borrosa, sensibilidad a la luz o lagrimeo excesivo. Estos son signos de Acanthamoeba y, si no se tratan, pueden provocar la pérdida de visión y un dolor extremo.
Lentes de contacto caídas en el agua
Los estudios han demostrado que “frotar y aclarar” es la mejor manera de limpiar las lentes de contacto, incluso con soluciones de limpieza de lentes de contacto “sin frotar”. No dejes que las uñas toquen tus lentes. Las uñas no sólo están afiladas, sino que son un gran refugio para los gérmenes y la suciedad.
Las instrucciones que acompañan a tus lentes de contacto, tu estuche y tu solución de limpieza de lentes de contacto están, junto con las indicaciones de tu optometrista, diseñadas para proporcionar el mejor cuidado y rendimiento para tu contexto particular de uso y limpieza.
Por último, tu optometrista es tu aliado para mantener tus ojos y tu visión al máximo. Habla con él o ella cada año para asegurarte de que tus lentes de contacto y tu sistema de cuidado siguen siendo adecuados para tus ojos y tu estilo de vida.
Nada de lo expuesto en este artículo debe interpretarse como un consejo médico, ni pretende sustituir las recomendaciones de un profesional de la medicina. Si tiene preguntas específicas, consulte a su oftalmólogo.
