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El volcán Cumbre Vieja entró en erupción el 19 de septiembre por primera vez en 50 años, arrasando la zona de Cabeza de Vaca y provocando la evacuación de miles de residentes. Las autoridades de La Palma, donde viven 85.000 personas y es un destino popular entre los turistas europeos, afirman que el volcán ha estado activo desde entonces. Cumbre Vieja es ahora famosa por su actividad errática, que ha asediado la isla con gases tóxicos, nuevas fisuras de lava y columnas de ceniza que han dejado fuera de servicio repetidamente su aeropuerto. El lunes se abrieron nuevas chimeneas volcánicas que comenzaron a expulsar más flujos de lava, según el Instituto Volcanológico de Canarias, acabando con las esperanzas de poner fin a la pesadilla de La Palma.
Según los expertos, la erupción de este año podría convertirse en la más larga registrada en la isla en 500 años, informa El País. El récord lo ostenta actualmente la erupción del volcán Tehuya en 1646, que duró 84 días.
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Una casa está cubierta por la ceniza de un volcán mientras continúa en erupción en la isla canaria de La Palma, España, 30 de octubre de 2021. Un volcán en erupción en la isla española de La Palma continuó emitiendo grandes cantidades de magma, gases y cenizas el sábado, después de días de intensa actividad sísmica y más de cinco semanas desde que entró en erupción.
Annette Lowestein, de Alemania, recoge algunas de sus pertenencias mientras sale de su casa acechada por la lava que avanza hacia su barrio en la isla canaria de La Palma, España, 30 de octubre de 2021.
Cementerio de Las Manchas invadido por la lava, 2 de diciembre de 2021
Ceniza cubre las tumbas en el cementerio de La Palma mientras el volcán continúa en erupción en esta isla canaria, España, viernes 29 de octubre de 2021. Un volcán en erupción en la isla española de La Palma continuó emitiendo grandes cantidades de magma, gases y cenizas, después de días de intensa actividad sísmica y más de cinco semanas desde que entró en erupción. Crédito: AP Photo/Emilio Morenatti
Los flujos de lava que descienden hacia el océano Atlántico desde una cresta volcánica han cubierto 970 hectáreas (2.400 acres) de terreno desde que comenzó la erupción el 19 de septiembre, según mostraron los datos del servicio de vigilancia por satélite de la Unión Europea. En su descenso por la ladera, la roca fundida ha destruido más de 2.000 edificios y obligado a evacuar a más de 7.000 personas.
Los expertos señalaron que predecir cuándo terminará la erupción es difícil porque la lava, la ceniza y los gases que emergen a la superficie son el reflejo de una compleja actividad geológica que se desarrolla en las profundidades de la Tierra y lejos del alcance de la tecnología disponible actualmente.
Las Islas Canarias, en particular, “están estrechamente conectadas con anomalías térmicas que llegan hasta el núcleo de la Tierra”, afirmó el geoquímico Esteban Gazel, de la Universidad de Cornell, que ha estado recogiendo muestras del volcán Cumbre Vieja.
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Ahora que por fin están volviendo a ellas, su alegría se ve atenuada al encontrarlo todo cubierto por un mar de ceniza: “Es otro mundo”, dice Félix Rodríguez, albañil de 61 años, mientras barre ceniza del tejado de su casa a la terraza de abajo. Fue una de las cerca de 1.000 personas a las que se permitió regresar a sus casas esta semana, de un total de 7.000 que fueron evacuadas tras la erupción del volcán Cumbre Vieja el 19 de septiembre, que arrojó lava y gruesas columnas de ceniza al aire. Además de bloquear puertas y caminos con montones de ceniza, la lava de la erupción ha dañado las tuberías, dejándole sin agua corriente. La lava también ha bloqueado una carretera clave en el valle de Aridane, obligando a los residentes de la zona a tomar rutas mucho más largas alrededor de la isla para desplazarse a servicios básicos que solían tardar sólo cinco minutos.Mientras que la lava al rojo vivo salvó milagrosamente la casa de Rodríguez, engulló el cementerio vecino, dejando sólo unas pocas tumbas visibles.
