Cómo limpiar los mocos de los bebés
Los recién nacidos están acostumbrados a un ambiente cálido y acuoso y suelen calmarse cuando se les baña. Por lo general, un baño 2-3 veces por semana es suficiente para mantener limpia la piel del recién nacido. Si le gusta que le bañen, no pasa nada por bañarle con más frecuencia. A veces, el baño puede resecar la piel del bebé, así que utiliza sólo una pequeña cantidad de jabón o gel de baño para bebés.
Si prefieres no bañarlo todos los días, basta con una limpieza rápida de pies a cabeza. Limpia la cara y los ojos del bebé con un algodón y agua tibia. Limpia sus manos y la zona del pañal con un estropajo.
Entre los 3 y los 4 meses, la mayoría de los bebés han desarrollado el control de la cabeza, aunque siguen necesitando ayuda para mantener la cara y la cabeza fuera del agua. Sujeta bien a tu bebé y espera que se mueva más que cuando era recién nacido.
Los bebés de entre 6 y 9 meses suelen disfrutar de un par de baños a la semana y es posible que prefieran sentarse en la bañera en lugar de tumbarse. Puede que la bañera para bebés te parezca demasiado pequeña para que tu bebé chapotee y que la bañera grande sea una mejor opción.
¿Cuántas veces debo limpiar la nariz de mi bebé?
Limpia suavemente la mucosidad alrededor de la nariz del bebé con pañuelos de papel para evitar irritaciones. Limita la succión a un máximo de 4 veces al día para evitar irritar la nariz.
¿Puedo limpiar la nariz del bebé todos los días?
Para eliminar la mucosidad de la nariz de tu bebé y prevenir infecciones, límpiala con regularidad: dos veces al día en verano y 4 veces al día en invierno (puede que tengas que hacerlo más a menudo si tu pequeño está resfriado). Para limpiar la nariz de tu bebé, utiliza una solución salina (que puedes comprar en la farmacia o preparar en casa).
¿Con qué frecuencia se debe poner solución salina en la nariz del bebé?
Para los recién nacidos/bebés, utilice gotas de solución salina para desplazar la mucosidad a la parte delantera de la nariz, facilitando su extracción con un aspirador. El uso diario de gotas salinas ayudará a mantener las fosas nasales limpias e hidratadas. Evite introducir bastoncillos de algodón, pañuelos retorcidos o la uña en la nariz del bebé.
Lavable y reutilizable
Las gotas salinas son sin duda la forma más segura de tratar la congestión nasal (“nariz tapada”) en lactantes y bebés porque no contienen ningún medicamento. Lo que hacen es eliminar la mucosidad y extraer la humedad de los tejidos nasales inflamados con una solución salina estéril.
Las gotas salinas también permiten controlar la dosis con mayor precisión. Existen aerosoles y nebulizadores salinos, pero es preferible utilizarlos en niños a partir de un año de edad. Los enjuagues nasales suelen reservarse para niños un poco mayores que tienen fosas nasales más grandes.
Las gotas nasales salinas para lactantes y bebés pueden adquirirse en Internet y en muchas droguerías, farmacias y grandes superficies. También puede preparar su propia solución salina en casa con unos sencillos ingredientes.
Si te preguntas cuándo o cómo utilizar gotas nasales salinas en lactantes o bebés, este artículo te explicará cómo hacerlo y te proporcionará sencillas instrucciones y consejos paso a paso. También le indicaré cuándo debe acudir a un profesional sanitario o buscar atención médica inmediata si aparecen otros síntomas más graves.
Eje confort bebé nasal como
Es normal que la nariz del bebé se congestione de vez en cuando. Cuando esto ocurra, puedes utilizar suero fisiológico nasal para diluir la mucosidad y luego succionarla con una jeringa de pera. La aspiración de los mocos facilita la respiración, la succión y la alimentación. Hazlo antes de darle de comer, pero sólo si parece congestionado.
Lava la pera nasal con agua tibia y jabón después de cada uso. Vierte agua jabonosa en la pera y agítala para eliminar la mucosidad. A continuación, expulsa el agua. Repita este paso varias veces. Aclare la pera varias veces llenándola de agua limpia y expulsando el agua.
Dr. noze mejor el nozebot
Cuando tienes un bebé, hay muchos sonidos que no te cansas de escuchar, como esos adorables chillidos, arrullos y gruñidos. Pero si tu bebé tiene la nariz taponada y parece que le cuesta respirar, hasta el padre más experimentado puede preocuparse.
Una forma de añadir humedad es con un humidificador. Coloca un humidificador de vapor frío en la habitación del bebé, cerca de la cuna, pero fuera de su alcance. Límpialo y sécalo con regularidad para evitar que crezcan bacterias o moho en su interior.
“A veces es difícil saber si un recién nacido está enfermo”, dice el Dr. Danan. “Un simple resfriado puede convertirse en algo más grave, como crup o neumonía. Si a tu bebé le cuesta respirar o parece que respira con rapidez, ponte en contacto con tu pediatra enseguida.”